Tener o no tener animales en casa: esa es la cuestión
Si hablamos de prevención primaria, evitar que aparezca una sensibilización frente a epitelios de animales, sobre todo en hijos de personas con antecedentes de atopia, en la actualidad están en revisión. En determinados ambientes, como zonas rurales, o en ciudades de cultura anglosajona, en que la mayor parte de la población tiene animales de compañía, en el momento actual no se le debe indicar a la familia que tenga un perro o un gato que lo retire.
Otro problema es cuando el niño, o el adulto, ha desarrollado la alergia. En este caso se debe indicar de forma estricta la retirada del animal, y dar normas a la familia para retirar reservorios del alergeno como alfombras, tapicerías, colchones, etc.
El gato está en todas partes
Reviso algunos puntos sobre la epidemiología de la enfermedad y como varía según distintas zonas, de tal forma que se ha comprobado que en determinadas circunstancias, en poblaciones con gran carga de alergenos, en que la mayor parte de la población tiene animales de compañía, el hecho de poseer el mismo previene de la aparición de alergia a los animales, y de atopia, sobre todo en relación al contacto con gato o perro.
LAS MEDIDAS QUE DE VERDAD SON EFICACES
- Sólo es eficaz la retirada del animal. Cuando se ha desarrollado una alergia, la medida que se recomienda es la de retirar el animal y proceder a la limpieza.
- En aquellos casos en que la familia no puede o no quiere proceder a retirar el animal, no hay una única medida eficaz y se deben de realizar todas las siguientes para obtener un resultado aceptable desde el punto de vista médico:
- Lavar la mascota cada dos semanas.
- Usar filtros de tipo HEPA en el dormitorio o en el dormitorio y la sala de estar.
- Usar fundas especiales antialérgicas en colchón y almohada.
- Limpiar con aspiradora y paño húmedo.
- Evitar que el animal entre en el dormitorio.
El diagnóstico de este tipo de alergia se realiza como el de cualquier otra patología alérgica. Comienza con una buena historia, que recoja la presencia de animales en la casa del paciente, y en su entorno más directo. El demostrar la sensibilización pasa por realizar pruebas en la piel del paciente, o con análisis especiales, que detectan la presencia de IgE específica en el suero.
En el caso de la alergia a gato, como se trata de un alergeno comunitario, la búsqueda de esta alergia debería realizarse en todo paciente que consulte por rinitis o asma, aunque nunca haya estado en contacto directo con este animal.
Un consejo: imposible
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