Abriendo los ojos a la dura realidad

Publicado  martes, 20 de abril de 2010

Por fin llegó el clásico, el partido calificado por muchos como el mejor del milenio y como llegó, se fue, con “mucho ruido y pocas nueces”.

El partido prometía ser un espectáculo, fútbol en estado puro. Los aficionados esperamos ver pases de tacón del mejor Guti, dominio en el centro del campo de Xavi o Iniesta, la velocidad de Cristiano Ronaldo, la elegancia de Messi y las paradas espectaculares de Casillas.

Esperábamos sufrir hasta el último momento y soñar con las remontadas épicas del Madrid de este año. Los más madridistas, yo incluida, esperábamos lavar la imagen después del 2-6 que nos metieron el año pasado. Pero como una broma pesada del destino, nada de eso pasó.

El Madrid se durmió en los laureles y el Barça, jugando también peor de lo que nos tiene acostumbrado, aprovechó los innumerables fallos del Madrid para salir del Bernabeu de nuevo, con los tres puntos. Casillas falló más que una escopeta de feria y eso que fue el mejor del partido. Cristiano Ronaldo perdió claramente el Combate: CR9 v.s. Messi; incomprensibles las decisiones de Pellegrinni al cambiar a Higuain y a mantener a un Gago que aun me cuesta comprender porque sigue en uno de los mejores equipos del mundo, desgraciadamente y hasta la fecha, muy por detrás de equipo azulgrana.

Pasaban los minutos, los goles blancos no llegaron y los peores augurios se cumplieron. El liderazgo de la liga se prevé arduo complicado. Cierto que quedan muchos partidos, muchos puntos que sumar. Pero siendo realista por unos instantes el Barça no va a tirar la toalla. El Bernabeu se volvió al rendir ante su rival con el único consuelo de que no vuelva a pisar el césped blanco hasta el año que viene aunque, visto lo visto, tendremos que recurrir a San Judas, patrón de los imposibles. Hoy por hoy, aunque me cueste decirlo, el Barça es el mejor equipo del mundo.

Irene Gutierrez-COLUMNA-

0 comentarios: