En muchas de las capas madridistas llevan varias semanas anunciando el principio del fin de la era Guardiola. Que el juego ya no era el mismo. Que si les aburría. Que ya no asustaban tanto a los equipos a los que se enfrentaban. Que no se ponía de manifiesto esa superioridad que meses atrás borraba a los equipos en cuestión de minutos.
La verdad es que no les faltaba razón. El Barça había dejado aparcado el buen fútbol con el que deslumbró a medio mundo para realizar unos partidos bastante ajustaditos con rivales a priori mucho más inferiores si el Barcelona hubiera jugado como la temporada pasada.
No es de extrañar, por tanto, que los madridistas que, aunque no demasiado ajustados en su juego de equipo siguen siendo muy eficaces de cara a portería pensaran que el partido ya estaba casi ganado. Este año sí que sí va a haber canguelo, pensaban, pero sé de más de uno que cuando ayer vieron al Barcelona no sólo recuperar el juego perdido sino realizar una de las mejores primeras partes de la era Guardiola y del fútbol en general se echaron a temblar e incluso bromearon con quemar el Bernabeu para que la final de la Champions se celebrara en otro lugar.
Todo el mundo se rindió ante el equipo que volvió a ilusionar. Sin embargo, a pesar de tener más de media docena de ocasiones y la posibilidad de haber dejado cerrada la eliminatoria, estuvo negado con el gol. No consiguió salir del Emirates Stadium más que con un empate a dos que, aunque no siendo del todo mal resultado, dejó un sabor agridulce en toda la plantilla.
Sacar un buen resultado en este partido suponía poder reservar a algunos titulares para el clásico. No ha podido ser. Por delante tienen todavía dos eliminatorias más antes de medirse al Madrid. Contra el Athletic de Bilbao, para no perder al Madrid de vista en la Liga, y contra el Arsenal en el Camp Nou para lograr pasar a la semifinal de la Liga de Campeones. Presión no le va a faltar, seguro.
De igual manera dieron una lección de fútbol extraordinaria y más de un equipo debería desayunar con el vídeo de la primera parte del Barça a ver si se les pega algo. ¡Viva el FÚTBOL!
La verdad es que no les faltaba razón. El Barça había dejado aparcado el buen fútbol con el que deslumbró a medio mundo para realizar unos partidos bastante ajustaditos con rivales a priori mucho más inferiores si el Barcelona hubiera jugado como la temporada pasada.
No es de extrañar, por tanto, que los madridistas que, aunque no demasiado ajustados en su juego de equipo siguen siendo muy eficaces de cara a portería pensaran que el partido ya estaba casi ganado. Este año sí que sí va a haber canguelo, pensaban, pero sé de más de uno que cuando ayer vieron al Barcelona no sólo recuperar el juego perdido sino realizar una de las mejores primeras partes de la era Guardiola y del fútbol en general se echaron a temblar e incluso bromearon con quemar el Bernabeu para que la final de la Champions se celebrara en otro lugar.
Todo el mundo se rindió ante el equipo que volvió a ilusionar. Sin embargo, a pesar de tener más de media docena de ocasiones y la posibilidad de haber dejado cerrada la eliminatoria, estuvo negado con el gol. No consiguió salir del Emirates Stadium más que con un empate a dos que, aunque no siendo del todo mal resultado, dejó un sabor agridulce en toda la plantilla.
Sacar un buen resultado en este partido suponía poder reservar a algunos titulares para el clásico. No ha podido ser. Por delante tienen todavía dos eliminatorias más antes de medirse al Madrid. Contra el Athletic de Bilbao, para no perder al Madrid de vista en la Liga, y contra el Arsenal en el Camp Nou para lograr pasar a la semifinal de la Liga de Campeones. Presión no le va a faltar, seguro.
De igual manera dieron una lección de fútbol extraordinaria y más de un equipo debería desayunar con el vídeo de la primera parte del Barça a ver si se les pega algo. ¡Viva el FÚTBOL!
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Laura Salamanca Blázquez -Columna de opinión-
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